Otitis medias agudas

Dr. José María Castillo y Dr. Carlos Daniel Sztern

Hospital Español de La Plata

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   La otitis media aguda es una de las enfermedades mas frecuentes en la niñez, y por ello

una de las causas más frecuentes de consulta pediátrica a los centros de atención médica. La

otitis media aguda es un proceso inflamatorio infeccioso del oído medio que compromete la

trompa de Eustaquio, caja timpánica y celdas mastoideas. Se presenta con dolor de oído, y

muchas veces supuración y fiebre.

Generalmente se presenta como una entidad aislada y puede estar precedida por un

cuadro de infección de las vías aéreas superiores. La contaminación del oído medio puede

producirse por contigüidad a través de la trompa de Eustaquio, así como también la infección

puede producirse por vía hematógena, o por vía de los linfáticos peritubarios. Por lo tanto las

rinitis, rinosinusitis, faringitis, cuadros bacterianos o virales faríngeos, contribuyen para la

incidencia de esta enfermedad.

Estos procesos son mas frecuentes en las estaciones frías del a o, donde son mas reiterados los catarros de las vías aéreas superiores. Se ha visto que cuando más precozmente (6 meses a 18 meses) ocurre el primer episodio de otitis media aguda, mas probable es que el niño sufra de otitis medias a repetición.

   Dependiendo de su agente patógeno, es distinta la forma de presentación.

   La otitis media aguda viral se caracteriza por otalgia de moderada intensidad así como fiebre y acostumbra estar precedida por un cuadro viral de vías aéreas superiores. En estos casos, suele observarse el tímpano enrojecido y abombado, así como otras veces son usuales las bullas en la membrana, que al romperse provocan pequeñas hemorragias. El tratamiento base para este caso consiste en el suministro de analgésicos, calor local y descongestivos.

   Las otitis medias agudas bacterianas, son causadas mas frecuentemente por el Streptococus pneumoniae, Hemofilus influenzae, o Moraxella catarralis. Localmente se produce una inflamación de la mucosa que recubre el oído medio y celdas mastoideas. Se ocupa el espacio de estas estructuras anatómicas con un exudado mucopurulento. En este momento se produce abombamiento y opacificación timpánica con intenso dolor y fiebre. La generación de

una perforación puntiforme en la membrana timpánica conduce al paso siguiente de la

enfermedad: La supuración: La fiebre y otalgia descienden cuando comienza la otorrea, es decir

la eliminación de pus por el conducto auditivo, preveniente de caja timpánica. Al principio

puede ser sanguinolenta; luego es francamente mucopurulenta e inodora.

  En algunos casos puede haber recrudecimiento del dolor en la zona retroauricular con inflamación local y abombamiento de la pared póstero superior del conducto auditivo externo.

Esto debe hacer pensar en la presencia de mastoiditis lo cual constituye de por si una seria complicación.

 

 

   Tratamiento:

 

Consiste en la administración de analgésicos, antibióticos adecuados para el caso.

Históricamente se han utilizado amoxicilinas y cefalosporinas con buenos resultados.

Recientemente se han experimentado muy buenos resultados con macrólidos como la claritromicina. La ceftriaxona está indicada en las otitis con mastoiditis complicadas. La duración del tratamiento no debe ser menor de 10 días.

Los antihistamínicos y descongestivos son de dudosa utilidad en estos casos.

La timpanocentesis está indicada cuando la evolución de la enfermedad no es favorable a pesar de estar el paciente adecuadamente tratado con medicación.

 

Secuelas:

Una de las secuelas mas frecuentes después de esta enfermedad, es la persistencia de fluido en el oído medio por un periodo que puede ser de 2 a 8 semanas, lo cual hace persistir una hipoacusia que promedia los 30 decibeles. Se debe controlar al paciente cada 14 días hasta observar la desaparición de dicho fluido, por otoscopia y por medio de controles audiométricos.

La otitis media aguda necrotizante, es una forma menos frecuente de presentación de las otitis medias agudas. Esta afecta a niños inmunodeprimidos y evoluciona rápidamente conjuntamente a una enfermedad exantematosa (sarampión, varicela o rubeola), ocasionando destrucción timpánica extensa así como del tejido oseo. Se presenta con supuración mucosanguinolenta fétida.

La secuela de este tipo de otitis es la persistencia de perforación timpánica con o sin supuración. Es decir conduce a una otitis media crónica.

 

Nota: Esta publicación es de carácter informativa y está dirigida al publico general.

 

Dr. José María Castillo y Dr. Carlos Daniel Sztern

 

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